Para comenzar a contarte la increíble aventura que es visitar Xplor Fuego, lo primero que debo decir es que lo considero uno de los mejores parques temáticos de la Riviera Maya. Es simplemente una de las atracciones que debes conocer durante tus vacaciones en el Caribe Mexicano.
Llegar a Xplor fue sencillo y rápido, ya que está ubicado a 75 kilómetros de Cancún y a 9 de Playa del Carmen sobre la carretera que te lleva de Cancún a Tulum, por lo que decidimos ir en el auto de un amigo que se convirtió en mi compañero en esta emocionante travesía.
Desde la llegada al parque fuimos muy bien atendidos por todo el personal que se portó amable en cada interacción y nos proporcionó información importante acerca del sitio, además de que nos entregaron un formato de registro muy sencillo de llenar. Una vez con nuestro casco bien puesto y después de tomar un par de rigurosas selfies, nos dirigimos al área de vestidores, donde nos pusimos ropa más cómoda y apropiada para la acción que estaba por venir.
Ya con el traje de baño y los zapatos especiales para el agua puestos, dejamos nuestras pertenencias en los casilleros para ir directo a los ríos, donde nos esperaba la primera actividad, un paseo en balsa a través de cavernas. Sentarnos en las balsas y sentir el frío del agua fue sólo el comienzo de un recorrido entre estalactitas y estalagmitas, y paredes rocosas y estrechas, que hacían más desafiante el reto de poder avanzar.
Cuando por fin llegamos a la meta, la cosa se puso un poco más “fresca”, pues era el momento de ponerte un chaleco salvavidas y nadar en el río. No obstante que el agua es fría, el movimiento del cuerpo te hace entrar en calor y al final ni siquiera deseas salirte. Este nado tiene dos rutas, una que toma 15 minutos aproximadamente, la cual tiene 4 diferentes salidas, y otra de 5 minutos; ¿adivina cual hicimos nosotros? exacto, la de 5 minutos.
Antes de ir la siguiente actividad, llegamos a un sitio que yo podría comparar con una extensión del paraíso: una barra montada con frutas como manzanas y plátanos, aguas frescas y una máquina con diferentes tipos de café. Pero lo más rico fueron el pan dulce y las dos tazas de atole de nuez con coco que me tomé.
De ahí nos fuimos a la actividad que más elevaría nuestra adrenalina, las tirolesas. A lo largo de un circuito conformado por nueve tirolesas tuvimos la oportunidad de surcar el viento bajo un cielo estrellado, contrastando con la oscuridad de la selva, en la que apenas podían verse algunas antorchas desde lo alto. La tirolesa con mayor longitud tiene poco más de 700 metros y está suspendida a 45 metros de altura, además de que en la última terminarás el recorrido con un pequeño acuatizaje.
Con tanta actividad era obvio que el hambre se haría presente, por lo que nuestros amigos de Xplor Fuego nos llevaron al restaurante “El Troglodita”, donde nos esperaba una cena tipo buffet sumamente variada: desde una saludable barra de ensaladas y medallones de atún sellado para quien lleva un estilo de vida fitness, hasta picaña, costillas BBQ, salchichas asadas y hamburguesas al carbón, pasando por un área con pizzas, pastas, dedos de queso y alitas de pollo, entre muchas cosas más.
Una excelente y muy divertida forma de concluir nuestra visita fueron los 5 kilómetros que recorrimos a bordo de un vehículo anfibio del cual yo tomé el volante. La sensación de manejar entre un camino de terracería totalmente irregular, pasar por puentes de madera y a través de estrechos muros de roca fue espectacular, todo esto sumado al ambiente peculiar que genera el hacerlo de noche.
Un poco cansados pero muy satisfechos, terminamos este memorable paseo nocturno y emprendimos el regreso a Cancún. Tú al igual que nosotros, aprovecha tus vacaciones y vista Xplor Fuego, estoy seguro que lo gozarás al máximo.
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